Tuesday, October 7, 2014

La Neurociencia en la Gestión del Talento

María Consuelo Morales E.
Presidenta Ejecutiva
Grupo Soluciones Empresariales


Los últimos descubrimientos sobre la corteza cerebral están cambiando nuestros conocimientos y creencias sobre el desarrollo personal, la productividad en el puesto de trabajo y el aprendizaje.






Actualmente se puede vivir con un uso eficiente de energía corporal gracias a estos descubrimientos sobre la neurociencia. Estamos aprendiendo a seleccionar puestos de trabajo y tareas que aumenten de manera natural nuestro propio bienestar y equilibrio interno. Los dos descubrimientos que más han sorprendido a los científicos son: 


1. Cada uno de nosotros nace con una serie de preferencias personales y estilos de pensamiento, vinculada a un área de nuestro cerebro, que nos permite ser más eficientes en la ejecución de determinadas tareas. 



2. El área eficiente es tan eficiente que naturalmente usa solo una centésima parte de la energía corporal comparada con las otras áreas de nuestro cerebro. 


Durante toda nuestra vida somos más eficientes cuando usamos una destreza administrada por el área preferente de nuestro cerebro, porque aprendemos más rápido y cometemos menos errores. Estos descubrimientos contradicen la hipótesis de que las personas con un mayor IQ podían aprender y hacer casi todas las tareas bien y que quienes obtenían menor calificación en los test estaban condenados al fracaso. Cada persona tiene una preferencia y una capacidad natural para ciertas tareas y funciones y no para otras, independientemente de su nivel de inteligencia. Más aún, los tests de inteligencia estaban midiendo sólo ciertas capacidades naturales y no las otras. La habilidad consiste en escoger, usar y aprovechar las destrezas administradas por el área de nuestro cerebro que es más eficiente por naturaleza. De hecho, cuando el cerebro está funcionando eficientemente, cualquier trabajo se hace fácil e incluso divertido.


Vivir una vida interna equilibrada es el resultado que conseguimos por invertir nuestro tiempo, nuestra energía y nuestra atención en actividades que usan nuestra función natural dominante y por lo tanto la parte del cerebro de nuestra preferencia natural. Los esfuerzos de la Dra. Katherine Benziger para sintetizar la amplia variedad de investigaciones sobre la especialización funcional señalan fuertemente hacia la existencia de cuatros regiones especializadas similares a las cuatro funciones cerebrales estipuladas por Dr. Carl Jung. Ella concluye que:




  • Los lóbulos sensoriales de la izquierda han mostrado ser concretos y orientados a lograr una tarea, escuchan principalmente palabras, ordenan información y trabajan en base a procedimientos. A estas capacidades Jung las llama Sensación, está basada en la realidad y orientada hacia objetivos.



  • Los lóbulos sensoriales derechos dirigen su atención a formas (caras, expresiones faciales, patrones de comunicación no verbal), relaciones espaciales y de color, les gusta conectarse con otros o sentir (dar palmaditas, acariciar, abrazar) y escuchan principalmente los tonos de voz y el mensaje que se transmite. A estas capacidades Jung las llama Sentimiento.

  • El lóbulo frontal izquierdo es la fuente de lógica, control o precisión y del comportamiento orientado hacia las metas. A estas capacidades Jung las llama Pensamiento.

  • El lóbulo frontal derecho es el más abstracto y dirige su atención a los cambios en el ambiente; usa su imaginación para transformar los patrones establecidos. A estas capacidades Jung las llama Intuición.

    Tras una década de investigaciones, la Dra. Benziger ha desarrollado un examen destinado a identificar las competencias/habilidades naturales del individuo, las desviaciones del patrón natural y el nuevo patrón adaptativo desarrollado. Muchos tests y evaluaciones de desempeño evaluaban al individuo en base a los patrones adaptativos como si éstos fueran válidos para toda persona. El plan de desarrollo, por consiguiente, implicaba una mayor adaptación y desviación de su patrón natural, aumentando los niveles de insatisfacción, angustia, estrés y el impacto en la salud y el desequilibrio personales.






  • Al conocer nuestra dominancia o preferencia cerebral podremos identificar nuestras competencias naturales (talentos) y así escoger mejor la carrera universitaria y los puestos de trabajo en los que seremos más competitivos y alcanzaremos resultados más efectivos.



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